jueves, 26 de mayo de 2011

El piloto de Sol quiso volver a Neuquén antes de la tragedia

El piloto del vuelo 5428 de Sol Líneas Aéreas intentó regresar al aeropuerto de Neuquén minutos antes de precipitarse a tierra en cercanías de Los Menucos, en Río Negro. Así se desprende del expediente en el que se investigan las causas del accidente que les costó la vida a 22 personas.

El viaje entre Neuquén y Comodoro Rivadavia llevaba 42 minutos cuando el piloto quiso regresar a la pista de origen, tras haber declarado la emergencia.

El comandante Juan Raffo había informado al control de Comodoro Rivadavia que tenía problemas de congelamiento en el avión, un Saab 340A, por lo que además de volar a sólo 1000 metros de altura ponía proa de regreso al aeropuerto de Neuquén.

La Justicia ya cuenta con la información sobre esa decisión, lo que abona la hipótesis según la cual al problema climático se le habría sumado una falla técnica.

Esos factores podrían explicar la tragedia, en la que el miércoles de la semana pasada murieron todos los ocupantes del avión, entre ellos, un bebe de diez meses.

Si bien la Junta de Investigaciones de Accidentes de la Aviación Civil realiza el peritaje primario, algunos hechos empezaron a quedar en claro. Uno de ellos, la acción del hielo como factor desencadenante del siniestro.

Por un lado, el propio piloto avisó del problema de congelamiento al control de Comodoro Rivadavia, a las 20.38. En ese momento, solicitó cambiar su altitud de vuelo en busca de descender de 5800 metros a 4300 metros. Bajar el nivel de vuelo en procura de una temperatura externa más elevada es una de las maniobras que se realizan ante problemas de congelamiento. Pero esa alternativa no alcanzó esta vez.

La Justicia conoce la existencia de una comunicación del piloto a mil metros de altura y ya en ruta de regreso a Neuquén. Al continuarse el descenso, según pudo saber LA NACION, el piloto siguió en busca de un mejor clima durante los 121 minutos que transcurrieron entre su alerta al control aéreo y el accidente.

El avión Saab 340A tiene un sistema para evitar el congelamiento de sus partes vitales. Pilotos con experiencia en esos aparatos recordaron que ese implemento no se conecta en todo momento del vuelo, sino que se prende frente al principio de formación de hielo o la real posibilidad de que eso ocurra.

El avión accidentado, matrícula LV-CEJ, fue incorporado a la flota de Sol en agosto pasado. Había sido construido en 1985. Directivos de Sol y funcionarios de la Secretaría de Transporte y de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) aclararon que la aeronave pasó por una rigurosa inspección en agosto pasado y tenía un remanente de 2000 horas de vuelo antes de tener que volver a los talleres aeronáuticos para un control de rutina. Esa nueva inspección estaba estimada para diciembre o enero próximos.

De todas maneras, el gremio de Aeronavegantes solicitó a la Justicia la inspección preventiva de los otros cinco aviones de la compañía Sol. Los sindicalistas denunciaron, además, que sus afiliados fueron presionados para continuar con sus tareas. Directivos de la empresa descartaron que se hubiera presionado al personal y, en cambio, destacaron que trabajan en su contención psicológica.

Mientras la compañía retoma sus vuelos, el factor climático cobró más importancia en la investigación y no sólo por el aviso dado por el piloto sobre lo que ocurría en su aeronave. Es que el Servicio Meteorológico Nacional informó el día del accidente que en la ruta aérea a Comodoro Rivadavia había una elevada probabilidad de "engelamiento" (es el término técnico del congelamiento). Pilotos que apenas conocido el accidente del Saab 340A observaron el reporte meteorológico de ese momento, que incluso figuraba en la página web de ese organismo, comentaron que se estimaba un 50 por ciento de posibilidad de engelamiento en niveles de vuelo entre los 2200 metros y los 5400 metros.

El vuelo 5428 transitaba en esa zona a una altura muy cercana a la que se consideraba con probabilidad de producir congelamientos. Expertos aéreos afirman que esas condiciones de vuelo son normales, que el hielo de por sí no es un riesgo si todo funciona bien. Aunque una duda surgió a los investigadores: ¿conocía el piloto el reporte con esa alerta?

Esos datos serán revelados cuando las denominadas cajas negras de la aeronave den a conocer lo registrado a bordo. Esos aparatos contienen la información de los instrumentos de vuelo y los diálogos en la cabina.

Al estrellarse en la zona de Los Menucos, el Saab cayó "de panza", rebotó y quedó invertido. El incendio del combustible provocó que hubiera pocas partes reconocibles. Sin embargo, los peritos ya pudieron determinar esa forma de caída.Entre los especialistas que trabajaron con los restos figuran los técnicos de la empresa sueca Saab, que colaborarán con el desencriptado de las cajas negras. En tanto, el juez federal de Bariloche, Leónidas Moldes, designó a una ingeniera aeronáutica como perito judicial.

Mientras los expertos trabajan en el análisis del accidente, en la morgue federal de esta ciudad se procura la identificación de los restos a partir de la comparación de ADN de familiares de las 22 víctimas.

Fuente: La Nación (Argentina)
Autor: Daniel Gallo

No hay comentarios:

Publicar un comentario