lunes, 23 de mayo de 2011

Con ocho pasajeros, la línea Sol reanudó sus vuelos desde Rosario

La aerolínea Sol retomó ayer sus vuelos desde Rosario a Buenos Aires tras el accidente del Saab 340 en el que fallecieron 22 personas, aunque con apenas ocho personas que viajaron a bordo de un aparato similar al siniestrado el miércoles en la Patagonia.

“Hace 30 años que viajo, para mí es algo normal y no pienso en que pueda ocurrir un accidente. Por trabajo vuelo todas las semanas a Buenos Aires”, indicó ayer en el sector de embarque uno de los ocho pasajeros de la nave que despegó a las 17.20, desde el aeropuerto internacional Rosario Islas Malvinas, de Funes.

En tanto, en las casi desiertas instalaciones de aeropuerto unas pocas personas aguardaban el despegue de la nave. No eran familiares de los pasajeros sino curiosos que paseaban por la zona.

Juan Nyffenegger, vicepresidente de la aerolínea rosarina, indicó ayer que la línea empezaba a normalizar sus servicios a Córdoba, Mendoza, Neuquén, Buenos Aires y Montevideo.

Por otra parte, remarcó que están intentando “recomponer la compañía y los servicios con los clientes y seguimos volando con cinco aviones”. La firma vuela a 16 ciudades argentinas, de nueve provincias, y a dos uruguayas, con aviones Saab 340.

También volvió a descartar la existencia de denuncias de irregularidades en las condiciones de trabajo de los empleados de esa compañía.

En tanto, la Asociación Argentina de Aeronavegantes presentó un “recurso de amparo contra la empresa, solicitando la revisión técnica de la totalidad de su flota”. Se indicó que la denuncia se realizaba “en función a las dudas sobre la cultura de seguridad de la empresa Sol, que se desprende de las declaraciones de sus tripulantes de cabina”.

Los empleados resaltaron “el estado de conmoción emocional en que se encuentran las tripulantes de la empresa luego del accidente y fallecimiento de su compañera Jésica Fontán”.

Exigen control. El sindicato exigió que se designara “un perito ingeniero en mecánica aeronáutica por parte de nuestra asociación para participar del control y supervisión de las pericias e investigaciones de la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac) y/o la Junta de Investigaciones de Accidentes Aviación Civil”.

También presentaron ante la Justicia denuncias previas al accidente de cuatro azafatas, tres de ellas afiliadas a AAA y en todos los casos de identidad reservada. Se trata de testimonios sobre incumplimientos técnicos y condiciones laborales no ajustadas a los reglamentos.

El Saab 340 biturbo de la compañía Sol cayó cerca de las 21 del miércoles último cerca de Prahuaniyeu, localidad rionegrina del departamento Nueve de Julio. Aún se desconocen las razones del accidente del vuelo 5428, que cubría la ruta Córdoba-Mendoza-Neuquén-Comodoro Rivadavia.

Jésica tenía vacaciones

La azafata rosarina Jésica Fontán, fallecida el miércoles pasado en el vuelo de Sol Líneas Aéreas siniestrado en Río Negro, iba a salir de vacaciones hoy, según confió a La Capital una fuente cercana a su familia que pidió no ser identificada.

“Jésica se iba a ir de vacaciones a San Bernardo, donde viven dos hermanas mayores”, abundó el allegado a la familia Fontán, en la que Jésica era la menor de cinco hermanos.

Jésica trabajaba en Sol desde hacía dos años. Su padre, Juan Carlos Fontán, fue suplente de César Luis Menotti en Rosario Central, donde llegó a jugar en primera. Luego trabajó en la fábrica Estexa y ahora se ocupa de un reparto de diarios.

Fuente: La Capital (Rosario)

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