martes, 3 de mayo de 2011

Encuentran la segunda caja negra del vuelo accidentado de Air France

Dos años después del accidente del avión de Air France en el océano Atlántico, el misterio que rodea a esta catástrofe que causó 228 muertos podría dilucidarse gracias a la recuperación de dos cajas negras del aparato por parte de investigadores franceses.



La segunda caja negra del Airbus 330, que se precipitó al océano el 1 de junio de 2009 cuando cubría la ruta Río de Janeiro - París, fue rescatada anoche "entera" y "en buen estado", indicó el director de la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA, por sus siglas en francés).

"El grabador fónico -Cockpit Voice Recorder (CVR)- fue localizado e identificado por el equipo de investigación anoche y fue subido por el robot Remora 6000 a bordo del navío Ile de Sein poco después de la medianoche", precisó la BEA.

Los investigadores ya habían anunciado anteayer que habían recuperado el módulo memoria de la primera caja negra, llamado Flight Data Recorder (FDR), que graba parámetros del vuelo.

"La (segunda) caja negra está entera. El chasis, el módulo e incluso el cilindro de la baliza están ahí. Globalmente, el aspecto exterior de la caja es correcto, está en buen estado", declaró Jean-Paul Troadec, director de la BEA, encargada de la investigación técnica de la catástrofe.

Tal como se hizo con la primera caja, también en buen estado, el CVR fue precintado para ponerlo a disposición judicial. También fue colocado en un contenedor lleno de agua para conservarlo lo mejor posible en su estado actual. Y así seguirá hasta que empiece su examen en la BEA de Le Bourget, cerca de París, dentro de aproximadamente una semana.

"Si se consiguen leer los dos grabadores, conseguiremos entender lo sucedido", comentó Troadec. Dependerá del fenómeno de corrosión que haya podido dañar parte de los datos y complicar su desciframiento.

Descifrar todo o parte de estos datos puede tomar algunos días o semanas.

La tragedia del A330 de Air France sigue siendo hasta hoy inexplicable. Los investigadores determinaron que las sondas de velocidad del aparato, llamadas Pitot, eran una de las causas de la tragedia. Pero consideran que este mal funcionamiento no pudo provocar por sí solo la caída del avión.

Los investigadores habían localizado a principios de abril los restos del aparato a unos 3900 metros de profundidad, no lejos de la última posición conocida del avión. Sin embargo, su prioridad consistía en hallar las cajas negras, que finalmente estaban separados una de otra por solamente unos 10 metros, según Troadec.

Por su parte, las familias francesas de las víctimas del vuelo accidentado celebraron de que haya sido recuperada la segunda caja negra del Airbus, aunque se mantenían prudentes a la espera de saber en qué medida pueden ser explotados estos datos.

Fuente: La Nación.com (Argentina)

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